Bosch, el proveedor líder mundial en tecnología y servicios, cerró el ejercicio fiscal de 2016 en España con unas ventas de 2.300 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 7,5% en relación con el año precedente.
Las ventas netas totales de Bosch en el país, incluyendo la facturación de las empresas no consolidadas y los suministros internos a las sociedades filiales, registraron un aumento hasta los 2.800 millones de euros.
El presidente del Grupo para España y Portugal, Javier González Pareja, ha comentado que «España es uno de los mercados más importantes de Bosch en Europa. Para 2017, a juzgar por los buenos resultados obtenidos durante el primer trimestre, esperamos alcanzar de nuevo un desarrollo positivo de nuestras ventas”.
En 2016, el fabricante aumentó su plantilla en España en 150 personas, hasta alcanzar unos 8.900 empleados.
La compañía ha invertido en España 102 millones de euros en 2016, un 20% más en comparación con el ejercicio 2015. Para González Pareja «estas inversiones, orientadas al futuro y al aumento de la competitividad de los diferentes emplazamientos, reflejan el compromiso de Bosch con nuestro país».
Las ventas de Mobility Solutions, área empresarial de la compañía, incrementaron su cifra en dos dígitos, por encima del crecimiento de la producción de vehículos en España. Es el área de negocio más grande con más de la mitad de las ventas totales de Bosch en España.
El área empresarial Industrial Technology en 2016, que incluye Drive and Control Technology, Bosch Rexroth, así como Packaging Technology, experimentó un retroceso de sus ventas en España, en comparación con 2015.
El fabricante estima que en 2020 el volumen global del mercado del internet of things, IoT, crecerá a un ritmo del 35% anual, hasta los 250.000 millones de dólares. En 2016, la compañía vendió 27 millones de productos habilitados para internet.
La compañía está trabajando en el siguiente nivel del IoT, que supone dotar a los objetos de inteligencia artificial. Según Bosch dentro de diez años, casi todos los productos Bosch estarán desarrollados, fabricados o equipados con inteligencia artificial.
Bosch apuesta por la conectividad
La automatización y las funciones de conectividad en los coches no sólo hacen que cada viaje sea más seguro y más cómodo, sino que también hacen del automóvil un asistente personal.
La conectividad entre los automóviles y las smart homes entra en juego incluso antes de que comience el trayecto. Mykie, el asistente para la cocina de Bosch, puede sugerirnos una mirada desde el automóvil al interior del frigorífico conectado.
Además, el coche también está conectado con el taller. Así, el vehículo avisa al conductor cuando tiene que hacer una revisión, programa una cita previa con el taller y se asegura de que las piezas de repuesto necesarias estén disponibles.
Gracias al servicio de aparcamiento comunitario, los automóviles usan los sensores de ultrasonidos del asistente de aparcamiento para informar acerca de los espacios disponibles en la calzada. Esta información se envía, a través de la nube, a un mapa digital de estacionamiento que se pone a disposición de otros vehículos que están circulando por la zona.
Industria 4.0 o industria conectada, continúa su implantación en las diferentes plantas de producción de Bosch en España. A finales de 2016, la fábrica de sistemas de frenado de Lliçá, Barcelona, implementó el primer sistema de control de producción (Production Monitoring System – MES) y los dispositivos inteligentes de vanguardia de Bosch Rexroth.