Bosch, el grupo industrial, invertirá hasta finales de la década, cerca de 500 millones de euros en el negocio de los componentes para la electrólisis del hidrógeno, la mitad de ellos en el momento de su lanzamiento al mercado, previsto para 2025, tal y como ha informado la compañía en un comunicado.
La compañía alemana está suministrando la pila, el núcleo del sistema de electrólisis de hidrógeno, que se combina con electrónica de potencia, sensores y una unidad de control para crear un módulo inteligente. Se espera que las pilas para la generación de hidrógeno entren en producción a partir de 2025.
«Tenemos una amplia base para desarrollar tecnologías de hidrógeno y queremos promover su producción en Europa. Esperamos que el mercado mundial de componentes de electrolizadores ascienda hasta unos 14.000 millones de euros en 2030», ha anunciado el presidente de Bosch, Stefan Hartung.
La compañía cree en el hidrógeno como combustible de futuro y está trabajando también en pilas de combustible estacionarias y móviles. Uno de los usos previstos para las primeras es como pequeñas plantas de energía ‘in situ’ para ciudades, centros comerciales o parques empresariales y como puntos de carga para vehículos eléctricos.
Asimismo, prevé utilizar celdas de combustible móviles para facilitar un transporte climáticamente neutro de bienes y mercancías, inicialmente por camión.
En este sentido, Bosch tiene la intención de invertir, durante los próximos tres años, unos 3.000 millones de euros en tecnología climáticamente neutra como la electrificación y el hidrógeno.
Bosch triplica su beneficio en 2021
El grupo cerró 2021 con unas ganancias netas de 2.499 millones de euros, lo que supone más que triplicar los 749 millones que ganó un año antes, según ha informado este miércoles la compañía.
Además, ha contabilizado un resultado neto de explotación (Ebit) de 2.800 millones de euros, un 64,7% más, mientras que como resultado de las amplias medidas de reducción de costes, el Ebit de Bosch de las operaciones aumentó a 3.200 millones de euros, un 60% más en comparación con la cifra del año anterior de 2.000 millones de euros.
La facturación de la compañía entre enero y diciembre alcanzó los 78.800 millones de euros, un 10,1% más que en el conjunto de 2020. Por segmentos de negocio, la división de soluciones de movilidad creció un 7,6%, hasta 45.300 millones, mientras que la rama de bienes de consumo, donde se aglutina su negocio de electrodomésticos, avanzó un 12,7%, hasta 21.000 millones.
Por otro lado, las ventas de la rama de tecnología industrial alcanzaron los 6.100 millones de euros, un 18,9% más que en 2020, al tiempo que el segmento de tecnologías de edificios y energéticas experimentó un alza del 7,8% en el año, hasta los 5.900 millones de facturación.
Por áreas geográficas, Europa se mantuvo a la cabeza, con unas ventas de 41.300 millones de euros, un 8,9% más, mientras que en Norteamérica creció un 6,5%, hasta 11.400 millones y en Sudamérica se situó en 1.400 millones, un 32% más. En Asia-Pacífico y el resto del mundo, las ventas del grupo ascendieron a 24.500 millones, un 13,1% más.
Bosch aumentó sus ventas en un 5,2% durante el primer trimestre de este año. «Hemos tenido un sólido comienzo de año. Actualmente, esperamos superar el pronóstico de crecimiento de ventas del 6% de nuestro informe anual», ha señalado el director financiero de Bosch, Markus Forschner.