Las entidades financieras BBVA y Banco Sabadell han anunciado en sendos hechos relevantes emitidos esta misma mañana a la Comisión nacional del Mercado de Valores (CNMV) que rompen las negociaciones de fusión que habían iniciado hace poco más de una semana.
Para el sector del renting, el acuerdo de compra entre ambas empresas suponía una negociación sobre una cartera de aproximadamente 21.000 vehículos, la flota que posee Banco Sabadell, que en el último año ha tratado, sin éxito, de vender su filial de alquiler de coches al no considerarla como una de sus actividades ‘core’.
El logotipo de BBVA Autorenting en la placa de matrícula de un vehículo de renting, en Madrid. / FOTOGRAFÍA: FLEET PEOPLE
Sabadell indicó en una nota de prensa que a partir de ahora “se centrará en estos segmentos de mayor valor añadido y rentabilidad, e implementará su nuevo plan mejorando tanto su eficiencia como la generación orgánica de capital”, respecto del programa de eficiencia y transformación de la compañía en el mercado retail español.
La compañía estuvo a punto de cerrar la venta de su división de renting a finales del año pasado, ejercicio que concluyó con un 11% más de volumen de flota. En sus últimos resultados financiados computados, en 2018, la filial registró un beneficio después de impuestos de 10,1 millones de euros, un 9,8% menos.
El anuncio de las ‘due diligences’ entre BBVA y Sabadell, oficializado el pasado 16 de noviembre, llegó después de que Caixabank adquiriera los activos de Bankia a través de otro proceso de fusión en el que el protagonista en la vertiente de renting es Arval Service Lease, que gestiona todas las operaciones de gestión de renting del banco catalán y que, previsiblemente, absorberá las operaciones de renting que hasta ahora mantenía Bankia, un volumen de poco tamaño en manos de la renting Alphabet desde 2018.
Tanto BBVA como Sabadell han señalado que la operación no ha llegado a buen puerto tras “no alcanzar un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones”.