Los bancos y el renting se ponen las pilas para no perder el hilo con sus clientes
Entidades financieras y operadores de servicios aplican nuevas fórmulas y extensiones de contratos para dar aire y fidelizar a su horquilla de clientes
Caixabank inició el proceso en el sector bancos y, quien más quien menos, ha seguido apoyando procesos de aplazamientos e incluso generación de nuevos contratos o extensiones de los mismos para proporcionar más pulmón financiero a las empresas.
A comienzos de abril pasado, la entidad financiera catalana anunciaba un cupo de medidas para sus 38.000 clientes de renting que permitía la demora en los vencimientos mensuales de abril, mayo y junio a cambio de una ampliación de contrato durante seis meses.
En una línea similar, BBVA explicaba también, esta vez a finales de abril, que aplicaría un descuento instantáneo del 50% en las cuotas de abril, mayo y junio, a lo que se añadiría un 10% de descuento adicional mensual hasta la finalización de contrato, si se acordaba una extensión del mismo durante 12 meses.
Durante estos últimos meses, se ha abordado con recurrencia acerca del abono de las cuotas bajo una coyuntura de excepcionalidad como la vivida. Bien por la falta de liquidez del cliente, bien por una cuestión de pura imposibilidad de movilizar el vehículo por las restricciones decretadas.
Fleet People ha sondeado al sector del renting para recabar una posición general sobre la cuestión, y la afirmación común se unifica en la idea de abordar las problemáticas caso a caso y con sentido común.
Recurrir a la vía legal para evitar el abono de una cuota de renting en el caso de un cliente particular puede resultar toda una odisea. Que pueda serlo no quita la potencial razón al cliente.
Pero tampoco a la empresa que presta el servicio. Esta es la clave.
¿Fuerza mayor? ¿Seguro?
“La cuestión, aquí, es que no existe jurisprudencia al respecto porque nunca ha ocurrido una situación similar. El cliente puede argumentar que se acoge a una situación de fuerza mayor, sí, pero… ¿Responde Covid-19 a un hecho que exima de la cuota? ¿Es fuerza mayor?
En primer lugar, no hay nada tipificado al respecto y, en segundo lugar… ¿Qué sucede si en julio aparece una vacuna y nos hemos olvidado de la pandemia y queda como una gripe? Me parece que lo mejor es pactar ordenadamente y con sentido común”, explican fuentes de una de las principales firmas de renting que operan en España a Fleet People.
En líneas generales y como base jurídica universal, existe una voz unánime: los contratos están para cumplirse. Esa es la realidad. Y si no se puede cumplir, en este caso el abono de la cuota de renting, las empresas del sector recomiendan un contacto fluido y un acuerdo a través de aplazamientos, reducciones de cuota, suspensiones temporales…
“Creo que hemos y estamos escuchando a nuestros clientes, y no solo nosotros, sino también nuestra competencia, y hemos aplicado medidas cuando se ha necesitado y pare quitarles presión.
Pero también hay que entender que nosotros también necesitamos que exista esa ayuda en las dos direcciones, por eso hemos pedido una cierta ampliación del contrato, lo que nos da seguridad a todas las partes”, reseña a esta publicación otro ejecutivo de primera línea del renting.
Influencia en el cliente final
Las marcas de automóviles consultadas por esta publicación coinciden en la misma línea de actuación que las multinacionales del alquiler de vehículos con servicios incluidos.
Las tres firmas consultadas por Fleet, situadas entre las 15 primeras de la clasificación de ventas a flotas, afirman no haber tenido excesivas llamadas por cuenta de esta situación, si bien el mayor grueso se ha concentrado en clientes particulares, una moda que ha florecido en los últimos tres años en España.
“Se ha resuelto de modo individual y, en un 90% de los casos, sin problema alguno, con soluciones satisfactorias que hemos analizado con el cliente.
Con las empresas de mayor tamaño apenas ha habido incidencias, las relaciones son muy fluidas en nuestro caso y la comprensión se ha impuesto posponiendo renovaciones y ajustando donde hubiera que hacerlo”, significa el director de Flotas de una de las tres automovilísticas consultadas, que también ha preferido mantener el anonimato.
¿Moraleja final? El sentido común ha prevalecido sobre todas las cosas, dando señales de la madurez del renting en España. Y por parte de todos: prestatarios de servicios y clientes.