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Autonomía de los coches eléctricos ¿Cómo se mide y qué factores influyen en ella?

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La autonomía de un coche eléctrico es la distancia que puede recorrer con una sola carga de batería.

La forma de medir la autonomía de un coche eléctrico es con una fórmula muy simple: dividimos la capacidad de la batería (expresada en kWh) por el consumo medio (en kWh/100 km) y el resultado lo multiplicamos por 100.

En la autonomía de un coche eléctrico influyen diversos factores: El tamaño y capacidad de carga de la batería, las características del motor, el peso del coche, su aerodinámica, las condiciones climatológicas, la orografía del terreno y el estilo de conducción.

Autonomía de los coches eléctricos
Fotografía: AUDI

Factores que afectan a la autonomía de un coche eléctrico

El tamaño de la batería

El tamaño de la batería es uno de los factores más importantes que afectan a la autonomía de un coche eléctrico. Cuanto más grande sea, más capacidad de almacenamiento de energía y más kilómetros se podrán recorrer con una sola carga: Un coche eléctrico con una batería de 80 kWh tendrá mayor autonomía que un coche con una batería de 60 kWh.

Generalmente, cuánto más grande la batería, más caro es el precio de venta del vehículo, ya que el coste de producción de las baterías aumenta en función del tamaño de la misma.

Características y tipología del motor

En la industria se utilizan tres tipos de motores para mover un coche eléctrico. Estos tipos de motores son los motores síncronos de reluctancia, los síncronos de imanes permanentes y los motores eléctricos de inducción.

Los motores más eficientes, sobre todo a bajas revoluciones, son los síncronos de imanes permanentes.

Los motores de imanes permanentes tienen un rotor que contiene, precisamente, imanes permanentes que generan campo magnético, que al no tener que ser creado a través una bobina, hace que el motor sea más eficiente. Tienen una densidad de potencia más alta y pueden producir así más potencia por unidad de volumen, y se mueven en un rango de velocidades más amplio, por lo que su pérdida de eficiencia es menor a velocidades muy altas o muy bajas.

Autonomía de los coches eléctricos
Fotografía: Renault

El peso del coche

Un coche más pesado requiere más energía para moverse. Ya lo decían las clases de física: la fuerza necesaria para acelerar un objeto es proporcional a su masa. La segunda Ley de Newton.

Por otra parte, un coche más pesado tiene más inercia por lo que es más difícil de frenar y requiere más energía para acelerar. Además, tiene una resistencia al aire mayor, por lo que de nuevo, requiere de más energía para desplazar el aire a su alrededor.

Por lo tanto, es fácil concluir que cuánto más grande y pesado el coche, menor autonomía tendrá el vehículo.

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Aerodinámica

Ya hemos hablado de resistencia al aire y desplazar el mismo alrededor del vehículo. Eso es la aerodinámica. La resistencia aerodinámica es la fuerza que se opone al movimiento del coche a través del aire. Cuánto mayor es esta resistencia, más energía se necesita para mover el coche. Por tanto, cuánto mejor sea el diseño aerodinámico del coche (y menor sea su peso) más autonomía tendrá ya que requerirá de menos energía para moverse.

Condiciones climatológicas

En general, los coches eléctricos tienen una menor autonomía en condiciones de frío que en condiciones de calor. Simplemente, las baterías funcionan peor con el frío.

Las precipitaciones, ya sean en forma de agua o nieve, aumentan la resistencia aerodinámica y ya sabemos que eso reduce la autonomía. El viento puede ser aliado o enemigo de la autonomía. En función de su dirección y fuerza, puede ayudar a tirar del coche hacia adelante o ponerse en contra y ejercer resistencia.

La orografía

Las pendientes altas requieren más energía para ser superadas. Las carreteras con curvas requieren más energía para acelerar y desacelerar. Las carreteras con mal estado pueden causar más fricción, lo que también puede reducir la autonomía.

El estilo de conducción

El estilo de conducción afecta significativamente a la autonomía de un coche eléctrico. En general, los coches eléctricos tienen una menor autonomía cuando se conducen de manera agresiva. Esto es, con aceleraciones y frenazos bruscos. Esto se debe a que los coches eléctricos consumen más energía cuando aceleran y frenan.

Hay algunos consejos que los conductores pueden seguir para aumentar la autonomía de sus coches eléctricos:

  • Conducir de manera suave y constante.
  • Evitar las aceleraciones y frenazos bruscos.
  • Frena con anticipación y utiliza el freno regenerativo tanto como sea posible si está disponible.
  • Utilizar el modo de conducción eco.
  • Mantener la presión de los neumáticos en los niveles recomendados por el fabricante.
  • Evitar conducir en las horas de más calor para reducir el uso de la climatización en el interior del vehículo.

¿Por que hay diferencias entre la autonomía real y autonomía declarada por los fabricantes?

La autonomía real de un coche eléctrico puede ser diferente de la autonomía declarada por el fabricante.

El principal motivo es que Los fabricantes de coches eléctricos suelen proporcionar la autonomía de sus modelos en condiciones ideales de conducción pero la autonomía real depende de una serie de factores que están fuera del control del fabricante, como el estilo de conducción, las condiciones climáticas y el tipo de carretera.

Además, la las baterías de los coches eléctricos se degradan con el tiempo, por lo que la autonomía real del coche va disminuyendo con los años de uso.

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