La electricidad está ganando enteros en el sector del automóvil y en prácticamente todos los segmentos. Pero en el ámbito de las flotas y de los vehículos de empresa, hay que hilar muy fino con el enchufe. Como bien demuestra el nuevo Audi e-tron Sportback.
La absorción de este tipo de tecnología se está activando poco a poco. En muchos casos, por una cuestión de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y de acompañamiento de la nueva ola sostenible.
Esta filosofía se aplica a las flotas convencionales de automóviles. Por eso tiene tanto sentido —tanto— la incursión eléctrica del fabricante de automóviles Audi con el SUV compacto e-tron.
El profesional liberal sin problemas económicos y el alto directivo de empresa es un target tan peculiar como exigente y ávido por probar las nuevas tecnologías.
Al e-tron Sportback SB55 se puede acceder por una cuota en el entorno de 1.300 euros mensuales sin IVA, para un contrato de 48 meses y 15.000 kilómetros anuales
Y cuando señalamos el término ‘nuevas’, nos referimos a lo último. Ofrecer alternativas de última generación al cliente premium es lo que, al final del día, delimita la línea de quienes ganan frente a quienes persiguen.
Qué quieren que les digamos. Echen un ojo al e-tron Sportback de Audi que acaba de aterrizar en el mercado corporativo. Bajo nuestro punto de vista, marca el benchmark del SUV compacto de lujo profesional. Y encaja a la perfección con las premisas que acabamos de establecer.
De entrada, aporta casi 450 kilómetros de autonomía eléctrica al conductor. No elimina del todo el factor estrés de la recarga, pero sí una muy buena porción de este. Este vehículo viene de serie con un cargador compact para 7,2 o 11 kilovatios, la potencia habitual en los hogares, aunque acaba de incluir en su propuesta una opción de 22 kilovatios que posibilita una recarga completa en casa en apenas cinco horas, según la marca.
Audi e-tron Sportback: Tecnología con mayúsculas
Pero volvamos a lo que transforma este automóvil en realmente diferencial para el conductor profesional. En primer lugar, los retrovisores digitales virtual mirrors, un auténtico avance global para la automoción que incluye espejos interiores que sustituyen los exteriores.
No tarda mucho uno en acostumbrarse a ellos y, cuando lo hacemos, no queremos otra cosa. Suele pasar.
También nos gusta especialmente otro aspecto. El ya conocido pago por uso, pero aplicado a elementos opcionales del vehículo. Algo que siempre hemos deseado tener y que ya puede seleccionarse. Un ejemplo: el sistema matricial digital de iluminación del Audi e-tron Sportback. Todos llevan el sistema incluido de fábrica, pero si no se escoge al adquirir el vehículo, está desactivado.
Con una app de Audi, podemos activar los faros durante ese periodo anual en el que vamos a esquiar y luego desconectarlos. Cuesta menos de 90 euros al mes y nos parece una propuesta genial para un cliente premium que siempre está dispuesto a abonar el sobreprecio de lo exclusivo y diferencial.
Con 615 litros de capacidad para almacenamiento —555 litros posteriores más 60 adicionales delante—, este SUV mide casi cinco metros de largo y proporciona unas sensaciones de conducción fantásticas.
El sistema de tracción eléctrico no transmite las mismas sensaciones que un motor de combustión, pero damos fe de que su empuje, calidad de marcha y deportividad al volante son de primera.
En relación con la oferta, este Audi dispone de llantas de 19 pulgadas, tracción quattro, suspensión adaptativa, full led, portón trasero eléctrico, virtual cockpit y mantenimiento durante ocho años o 160.000 kilómetros desde la versión inicial, denominada Básico.
Al Audi e-tron Sportback SB55 se puede acceder por una cuota en el entorno de 1.300 euros mensuales sin IVA, para un contrato de 48 meses y 15.000 kilómetros anuales. Con todos los servicios incluidos.