Se cuentan con los dedos de una mano —y sobra alguno)— los SUV cien por cien eléctricos que puedan equipararse al nuevo Audi Q6 e-tron en cualquiera de las facetas que ofrece al cliente premium corporativo.
Acabamos de tener la oportunidad de rodar con la nueva delicatessen de la marca de los cuatro aros y, desde luego, rinde honor a su emblema. Por prestaciones, por sensaciones, por comodidad, deportividad y prácticamente por cualquier atributo que les venga a la cabeza.
El nuevo Q6 bebe directamente de la esencia del buque insignia de Audi en materia eléctrica, el e-tron GT, y recoge formas de su diseño, aun siendo un automóvil diferente, que se ven a simple vista, como las superficies laterales esculpidas, los voladizos cortos o su magnífica aerodinámica.
A primera vista, este SUV resulta realmente imponente. Y el principal responsable de ello es un frontal muy elevado, potente y significativo que no deja indiferente.
En líneas generales, el diseño tanto delantero como posterior refleja el dibujo de lo que serán los próximos Audi, y es algo que ya se puede observar en el nuevo Q5, fundamentalmente en los finos y afilados faros delanteros principales.
Al nuevo Audi Q6 e-tron se puede acceder con cuotas mensuales desde 575€ sin IVA, para un contrato de 36 meses y 10.000 kilómetros anuales
Otro elemento que la automovilística ha sabido imantar en el Q6 e-tron es, probablemente, lo que más nos gusta de la marca: se trata de un vehículo atractivo y de carácter deportivo en cuanto a su imagen, pero mantiene a rajatabla el espíritu de discreción y elegancia que acompaña a cualquier modelo de gama media y alta de la compañía.
Un detalle, este último, que suele ser muy apreciado por los altos ejecutivos de las empresas, que generalmente intentan alejarse lo máximo posible de modelos que llamen excesivamente la atención.
Conducir, conducir y conducir
Como punto de partida básico, y así solemos hacerlo cuando probamos un vehículo de esta firma, destacamos lo que nos resulta más esencial y que se sitúa por encima de todo: la calidad de conducción.
El aplomo de este SUV es brillante, las sensaciones en carreteras largas inmejorables y, por favor, si pueden hacerse con el pack opcional de suspensión adaptativa, no lo duden un instante: se traga badenes de considerable tamaño sin inmutarse, suave como la seda, como si de piedrecillas en el asfalto se tratase.
Si nos fijamos en el interior, la limpieza del habitáculo es notoria, y es algo que se ha hecho aposta. Forma parte del diseño de los próximos Audi, que buscan practicidad y situar al ser humano en el centro de todo.
Lo cierto es que se consigue, porque sentimos esa sensación de tenerlo todo al alcance sin perdernos en búsquedas engorrosas tratando de localizar botones, por ejemplo. Todo, al instante, al alcance de la vista y de la mano.
La tercera pantalla
Por supuesto, el rey en el habitáculo del nuevo Q6 e-tron es la nueva pantalla digital del copiloto, que se une a la central y a la del conductor. Las dos principales conforman el nuevo display MMI panorámico con virtual cockpit, que es curvado y que cuenta con 11,9 pulgadas en la parte del conductor y 14,5 pulgadas en la que tiene justo al lado.
Estas dos pantallas tienen tecnología oled, una interesante opción (es de serie) porque tiene retroiluminación trasera, lo cansa menos la vista, especialmente de noche.
En cuanto a la del copiloto, es de 10,9 pulgadas y no es oled. ¿Por qué? Porque incluye una tecnología súper acertada que consigue oscurecer la pantalla para que no se lleve la atención del conductor, de modo que este no pueda ver nada en ella al circular y mirar de reojo. Y la cuestión es que esta tecnología no es compatible desde el punto de vista tecnológico, hoy en día, con el oled.
Esta tercera pantalla abre un nuevo mundo para el acompañante, por supuesto. Puede ver una serie de televisión, escuchar la música que quiera, cacharrear con las aplicaciones y disponer de entretenimiento infinito.
Otro elemento mejorado es el módulo head-up display de realidad aumentada (opcional), que supone un cambio trascendente respecto de los head-up convencionales.
A simple vista y funcionando inicialmente con el coche parece que nada cambia, pero la realidad aumentada se vuelve muy presente cuando se circula en autovía o al acercarse a cruces dudosos, donde las flechas indicativas crecen y “se acercan” al conductor facilitando una información de dirección más precisa y clara.
Respecto de los asientos, la oferta es bastante sencilla. Se ofrecen los Comfort de serie, que funcionan muy bien, y para los más sibaritas existen los deportivos Pro en las series S y Black Line y los Deportivos en la versión S line.
Nosotros hemos probado los Deportivos Pro y son de matrícula de honor, además de contar con un extra opcional que se puede adquirir en paquete y que muestra cómo avanzan las tecnologías, con un sistema independiente de altavoces inserto en el reposacabezas del conductor que le chiva, por ejemplo, las indicaciones de tráfico sin que las escuchen el resto de los acompañantes.
Autonomía eléctrica: suficiente, de verdad
Fijémonos ahora en la autonomía eléctrica de este vehículo. La horquilla oscila entre 458 kilómetros en el caso de la versión de arranque —Audi Q6 e-tron, e-tron performance, Quattro y SQ6— y 639 kilómetros para el e-tron performance.
En concreto, la versión inicial aporta entre 458 y 533 kilómetros con una carga eléctrica en ciclo combinado WLTP, 571-622 kilómetros Hace algunos años, en el caso del quattro, 589-639 kilómetros para la opción performance y 590 para el SQ6.
Hace algunos años, no tantos, diríamos que los 458 kilómetros no eran suficientes, esencialmente porque la infraestructura de recarga en España era un desastre en cuanto a número de puntos, capilaridad y funcionamiento.
Las cosas han mejorado hoy en día. ¿Pueden mejorar? Mucho, pero ya tenemos un punto de partida con más de 35.000 puntos de carga disponibles en todo el país. Y la mayoría cargan a lo que cargan, a 22 kilovatios que es algo que se traduce en tres horas para obtener suficiente autonomía, pero también nos encontramos ante otra situación.
Con 458 kilómetros de autonomía, podemos planificar tranquilamente una larga ruta parando a medio camino o un poco más —esto ya va en gustos y riesgos— y efectuar una carga rápida sin absolutamente problema alguno.
Y este automóvil, que puede cargar hasta a 270 kilovatios hora, tiene un componente clave: su batería alcanza el pico de carga aproximadamente en el minuto seis de carga y, desde ese punto y hasta más o menos el minuto 27-28 carga a 250 kilovatios hora.
¿Traducción? En 21 minutos podemos cargar del 10% al 81% de la batería, mientras echamos un café. Ahora, esto es posible con una simple planificación a través de una app. Hace pocos años, la cosa estaba todavía en pañales.
Como ya les hemos indicado lo que pensamos de la autonomía mínima, qué decirles de los 639 kilómetros de autonomía. Cada vez nos acercamos más a la barrera de los mil kilómetros, ¿verdad?
Pocos extras, porque lleva de todo
Si estudiamos el equipamiento básico del Q6 e-tron es de recibo apuntar que está muy, muy equipado desde el inicio. Incorpora, de serie, sistema de aparcamiento con cámaras de 360 grados, asiento y volante calefactables, luces de led, llantas de 19 pulgadas, control adaptativo de velocidad, asistente de remolque, el sistema MMI de navegación, reconocimiento de señales y un sinfín de elementos sin sobreprecio.
Los cuatro Q6 e-tron disponibles se pueden elegir con tres acabados (Advanced, S line y Black line) y, mientras que el Advanced incluye el equipamiento inicial, para elegir el S line hay que abonar 7.990 euros más, y 11.980 euros en el caso del Black line.
El Q6 e-tron cuenta con 185 kW de potencia y se puede adquirir por 71.990 euros (Advanced), mientras que el performance (220 kW) cuesta 76.420 euros, el Quattro (285 kW) 79.990 euros y el SQ6 con 380kW 104.900 euros en su única variante disponible (S line).
En el caso del Q6 e-tron performance con el acabado Advanced, este cuenta con una opción de renting con cuotas para un contrato de 36 meses y 10.000 kilómetros anuales de 575 euros sin IVA —695 con impuestos—, abonando 14.727 euros de entrada.
Por 657 euros mensuales también sin impuestos (795 con IVA) se puede acceder al mismo modelo con acabado S line, abonando 15.994 euros de entrada inicial.
