Arval, la compañía de movilidad y ‘renting’ de vehículos, cerró la primera mitad del año con un beneficio neto atribuido de 769,4 millones de euros, un 31,4% más que en el mismo período del año anterior, según los datos publicados por la empresa.
Estos resultados financieros, reforzados por el favorable mercado de los vehículos de segunda mano, reflejan «la fortaleza del modelo de negocio de alquiler a largo plazo de Arval y la diversificación de su base de clientes, de las regiones en las que opera y de su oferta de productos, a pesar de las difíciles condiciones que enfrenta», como explica el comunicado emitido por la compañía.
El resultado operativo superó los 1.038 millones de euros, un 34,2% más, mientras que el beneficio antes de impuestos alcanzó los 1.027 millones (+23,7%) y el beneficio neto llegó a los 770,1 millones (+24,1%).
La ingresos brutos aumentaron un 16,3% hasta los 7.561 millones de euros y el resultado bruto de explotación se situó en los 1.553,5 millones, un 27,4% por encima que en el mismo período del ejercicio anterior.
Asimismo, los ingresos por la venta de vehículos y su revaluación ascendió a los 789,2 millones de euros, frente a los 494,1 millones entre enero y junio de 2022.
En cuanto a la flota, la financiada por Arval supero los 1,6 millones de vehículos en todo el mundo, lo que representó un crecimiento interanual del 9,5%.
En concreto, la flota financiada por el segmento corporativo subió un 6,9% hasta los 1,09 millones y el ‘retail’ comprendía 486.490 unidades (+12,8%).