La Generación Z —los nacidos entre 1997 y 2012— empieza a condicionar la forma en que las empresas gestionan sus flotas y contratan servicios de renting, ya que se caracterizan por estar «digitalizados desde la infancia y con una fuerte conciencia ambiental», lo que se traduce en que los trabajadores más jóvenes demandan «soluciones de movilidad flexibles, sostenibles y apoyadas en aplicaciones», lo que obliga a los grandes operadores a «adaptar su oferta».
La multinacional de renting Arval ha analizado esta tendencia en su último Arval Mobility Observatory, que refleja cómo las expectativas de los empleados más jóvenes se alejan del uso individual del vehículo privado y se orientan hacia alternativas compartidas y conectadas.
De acuerdo con el informe, el 27% de ellos utiliza ya aplicaciones para organizar sus desplazamientos diarios y un 43% considera estas plataformas como «esenciales» para planificar viajes de trabajo o de ocio.
Además, el 50% prevé que su próximo coche sea eléctrico y el 63% cree que los motores de combustión interna acabarán siendo sustituidos por vehículos de batería.
Preocupaciones muy diferentes
Las preferencias de movilidad de la Generación Z se inclinan hacia opciones distintas a las de generaciones anteriores, según remarca el Observatorio.
En este sentido, un 70% de los jóvenes de entre 18 y 24 años desearía que su empresa ofreciera carsharing, un 66% querría un leasing o renting de bicicleta y un 53% reclama también estas fórmulas para las motos o los escúteres. En paralelo, un 40% utiliza ya el transporte público como principal medio de desplazamiento, frente al 24% del conjunto de trabajadores europeos.
La presión sobre los departamentos de Recursos Humanos y los gestores de flotas es creciente al respecto, apunta el informe, porque un 62% de los empleados europeos considera que las políticas de movilidad son un factor determinante en su satisfacción laboral, y la cifra asciende al 72% entre quienes planean cambiar de trabajo en los próximos seis meses.
En este sentido, la Generación Z, más proclive a cambiar de empleo, «exige condiciones de movilidad alineadas con sus expectativas digitales y medioambientales», explica el Observatorio de Arval.
Para la compañía, la clave pasa por integrar políticas de renting y movilidad que «combinen sostenibilidad, digitalización y flexibilidad».
Entre las soluciones mejor valoradas en el estudio figuran el acceso bajo demanda a vehículos, el reembolso de gastos de transporte alternativo y el uso de herramientas digitales personalizadas.
Anticipación en la ‘gestión Z’ de las flotas
Arval ha subrayado al respecto que la progresiva incorporación de inteligencia artificial y modelos de aprendizaje automático en la operativa de flotas «permitirá anticipar el mantenimiento de los vehículos, optimizar rutas y mejorar los procesos de carga de eléctricos», un aspecto «relevante» para los empleados más jóvenes.
La multinacional controlada por el banco BNP sostiene igualmente que la Generación Z desempeñará «un rol decisivo» en la adopción de vehículos eléctricos y autónomos, así como en la puesta en marcha de proyectos de ciudad inteligente que impulsen un modelo de movilidad más eficiente y sostenible.
En este sentido, la compañía plantea que el futuro del renting «dependerá de la capacidad de los operadores para integrar a los usuarios jóvenes en el diseño de estas soluciones y cooperar con empresas y proveedores en la transición digital y energética».
Arval cerró 2024 con una flota financiada de 1,79 millones de vehículos, un incremento del 5,6% respecto de 2023.
La compañía registró una facturación bruta de 19.669 millones de euros, un 22,2% más que el ejercicio anterior, y alcanzó un beneficio neto de 1.129,9 millones de euros.










