Muy locuaz y amigable, Alejandro Noriega cita a Fleet People en las afueras de Madrid, en el coqueto Fiat Café, para conversar sobre nuevas tecnologías, distribución, automóviles y entornos digitales. Acaba de aterrizar en el puesto, procedente de Reino Unido, y sitúa el vehículo eléctrico y la ordenación urbanística de las ciudades como ejes prioritarios de su discurso, así como la importancia de que las decisiones políticas sean diversas, pero muy tozudas en una única dirección: la que marca la sostenibilidad.
PREGUNTA— ¿Cómo ha sido su retorno a España? ¿Qué ha percibido y qué diferencias nota respecto de Reino Unido?
RESPUESTA— Las diferencias, son sobre todo, en cómo se desarrolla la adquisición y el peso de los diferentes canales. Aquí, en España, nos queda mucho por recorrer, porque en el norte de Europa existe una manera de comprar, digamos, mucho más desinteresada. Se mira el beneficio que proporciona el coche, se prima el uso por encima de la posesión y debemos ir hacia ello. Y le puedo decir que, desde que he asumido el cargo en España, estamos orientando todas las ofertas hacia la utilización del automóvil, con planes a tres años que permiten cambiar de vehículo, por ejemplo. En Inglaterra apenas se paga al contado, muy poco. Disponer de un mercado así, como el de Reino Unido, te permite volver a disponer de los automóviles a los tres o cuatro años, y eso solo ocurre aquí con la parte de renting. Y el renting particular está empezando ahora en España y se ve bastante más, pero en Reino Unido es cien por cien, así como la existencia de brokers, están muy consolidados. Otra diferencia que percibo es el tratamiento del coche usado. Allí está muy profesionalizada esta actividad, y aquí podría ser mucho más trabajada, algo que también está comenzando ahora. Es una parte del margen de negocio de los concesionarios muy elevada, al menos en Inglaterra. Creo que tenemos muchas cosas que aprender, de igual modo que hemos aprendido a utilizar Netflix, las suscripciones…
«En el norte de Europa existe una manera de comprar, digamos, mucho más desinteresada. Se mira el beneficio que proporciona el coche, se prima el uso por encima de la posesión»
PREGUNTA— ¿Y en el ámbito de la sostenibilidad y el medio ambiente, tan importantes hoy?
RESPUESTA— La dirección y el mensaje que todos los políticos tienen en Reino Unido es para tener una sensibilidad real hacia una movilidad sin emisiones, y eso ha hecho mucha mella en la gente, más allá de crear medidas puntuales como el Congestion Charge, por ejemplo. Hay una alineación muy clara independientemente de los partidos políticos y las ideas. Todo el mundo está de acuerdo en que hay que reducir el CO₂ y está muy interiorizado. Aquí la situación no la veo tan clara y veo también muchos pasos hacia adelante, pero también hacia atrás. En otras economías he observado cómo se decide una dirección, como le comentaba, y todo el mundo sabe que se va a llegar a ese punto, independientemente del atajo que se pueda coger. Y creo que este tipo de situaciones marcan un poco, también, la inseguridad del consumidor. También pienso que aquí la gente se implica mucho más, utiliza mucho más el corazón, es muy empática, y eso es fundamental. Las personas. Las relaciones, porque todo el mundo cambia y las cosas, muchas veces y esto lo sabemos todos, dependen muchas veces más de las personas que de los procesos o de las propias empresas.
PREGUNTA— El automóvil afronta en estos últimos años, quizás, los mayores retos a los que jamás ha hecho frente y en multitud de escenarios diferentes. Tecnología, electrificación, distribución, digitalización… ¿Por dónde empezamos?
RESPUESTA— Creo que vamos a tener que hacer todo, no una sola cosa. Todo está llegando junto. Y lo primero que va a cambiar es el concepto de automóvil. Está pasando de ser una posesión a un servicio, y va a cubrir diferentes partes de nuestra movilidad, pero no todas, y habrá que combinarlo con algunas otras más. Pero el coche siempre seguirá existiendo porque las personas necesitan libertad. Cuando nació el Fiat Cinquecento, hace más de 50 años, lo hizo con ese sentimiento de libertad, de accesibilidad para todo el mundo, y en eso trabajamos nosotros. Un nuevo concepto de movilidad flexible, multimodal en el que tendremos una presencia relevante. Respecto de la electrificación, es un hecho. El debate quedó atrás. Es importante la accesibilidad la tecnología y cuanto más accesible podamos hacerla para todo el mundo, más rápido podremos abordar el cambio. Trabajamos en eso, y mientras ofrecemos también productos de carsharing, de renting, de movilidad que busca la sostenibilidad y ser responsables con el planeta, que es el objetivo final. El automóvil va a cambiar por completo.
PREGUNTA— ¿Cuál es su punto de vista sobre las tecnologías y combustibles? ¿Vislumbra el final de los combustibles fósiles o considera que seguirán siendo válidos?
RESPUESTA— En el ámbito de la utilización privada, veo su fin, sí. Diésel y gasolina prácticamente cuestan lo mismo, y el eléctrico, poco a poco, seguirá recortando su precio de salida, será más económico, por lo que su precio de uso se impondrá porque es mucho más reducido. Un punto importante es saber que todas las empresas van a reducir su huella medioambiental y buscan un impacto cero. Al final, quedarán pocos espacios para los combustibles fósiles, la verdad, aunque el sistema eléctrico en sectores como la actividad de camiones e industrial, no lo termino de ver. Y también está el gas, el hidrógeno… Sin duda tenemos que evolucionar sobre un futuro que será multitecnológico y multimedios. No sé si en el futuro será muy válido el uso del patinete eléctrico, pero sé que es probable que tenga que entrar en nuestro basket, quizás, de igual modo que pueda hacerlo un ciclomotor eléctrico, por ejemplo. Y en el mundo de los comerciales, en la última milla, habrá que amoldarse a las circunstancias de cada lugar.
PREGUNTA— El Plan Moves 3 parece que comienza a funcionar, con algunas CCAA que ya están trasponiendo las disposiciones con las ayudas. ¿Cree que estas ayudas son suficientes para animar las ventas de eléctricos en España?
RESPUESTA— Bueno, hay que decir que el Plan Moves es positivo porque genera interés por parte del usuario, y eso siempre es bueno. A nosotros nos ha servido para hacer diferentes campañas de comunicación y vemos que existe ese interés. Como había comentado antes, eso sí, si percibo que la gente no ve todavía el coche eléctrico como un bien del día a día, por eso quizás está tardando en arrancar el Moves. Y es un bien para la sociedad, tenemos que impulsar la movilidad eléctrica como un bien común, como la movilidad compartida… Esa es la dirección en la que tenemos que ir.
«La electrificación es un hecho y, de hecho, ese debate ya ha quedado atrás. Lo importante es conseguir que sea accesible para todos»
PREGUNTA— ¿Echa en falta un mayor impulso de las Administraciones en relación con la infraestructura de recarga de eléctricos?
RESPUESTA— La infraestructura no es suficiente y tampoco está bien ubicada. En el centro de Madrid, por ejemplo, uno no puede ver, es imposible atisbar los postes de recarga, y le hablo del centro de Madrid. No los ves, y la gente los tiene que ver. Confió en que el Gobierno y las Comunidades Autónomas apuesten por ello, pero es muy importante que la gente lo interiorice, que lo vea, que sea muy consciente de ello. Pero es que ocurre algo muy similar con el carsharing. Aunque estén rotulados, tampoco se ven tantos, y solo en determinadas partes. No estamos creando esa cultura en la gente, que está hoy en día centrada en estos sistemas de movilidad. Al final, la esencia de este tipo de negocios es que sea asequible para todo el mundo, y que todos puedan acceder a ello. En otros mercados, la infraestructura de recarga está mucho más desarrollada y, además, está ubicada donde la gente los ve a simple vista.
PREGUNTA— En este momento se encuentran en plena fase de lanzamiento del 500 eléctrico, un modelo icónico que hemos conducido y que bajo nuestro prisma se acerca mucho a lo que podría ser el coche perfecto para el centro de las ciudades. ¿Qué están notando en su demanda? ¿Cómo es el cliente que lo pide?
RESPUESTA— Hemos empezado a tener disponibles los coches hace relativamente poco, con una versión top, lo que ha supuesto generar un tipo de cliente de posibilidades altas. Con la versión Action, muy equipada, con una gran autonomía que será muy accesible para el cliente. Tenemos un ‘target’ muy definido, medio-alto, personas a las que les gustan las cosas que sobresalen por los detalles, que proponen buen feeling. Y un feeling discreto, además. El 500 representa muy bien a nuestra marca, que representa como nadie los valores latinos y las relaciones, que son la estructura de la sociedad. Es algo que se ha revelado como fundamental durante la pandemia. Hoy en día se ha demostrado que preferimos salir a comer con nuestros amigos de verdad, con tus tres amigos, que salir a decenas de restaurantes para aparentar. Es el valor de lo auténtico lo que representamos, ese valor. Ese valor, esa accesibilidad, esa libertad de movimientos es la que nosotros damos. Creo que cuando termine la pandemia tendremos, por nuestra manera de trabajar, mucha más empatía con mucha más gente. Los valores son fundamentales hoy en día.
PREGUNTA— Fiscalidad. Durante los últimos meses se ha hablado mucho del Impuesto de Matriculación, ha habido una cierta guerra política y al final prevalecerá la idea de gravar en función de las emisiones, partiendo de 120 gramos, a partir de 2022. ¿Cuál sería una fiscalidad para la automoción adecuada en España, en su opinión?
RESPUESTA— Pienso que los Gobiernos tienen una responsabilidad, marcar la dirección hacia adónde van las cosas, por el bien común, como comentaba antes. Hemos de reducir las emisiones de CO2 y eso es una realidad indiscutible. En Europa no podemos ayudar a detener la tala de árboles en el Amazonas, por ejemplo, pero sí podemos contribuir con lo que está en nuestra mano. Tiene que haber una dirección. En relación con los impuestos, cada mercado tiene sus estructuras y piense en regiones como Dinamarca, donde abonas el 180% de impuestos sobre el valor del coche. Lo que está claro es que la presión fiscal es mucho menor si hablamos de coches electrificados, y el ejemplo que conozco bien, Reino Unido, está plagado de empresas que utilizan coches híbridos enchufables porque de ese modo están sujetos a una imposición fiscal muchísimo menor en la hora de adquirir el automóvil. Hay que tratar de crear un sistema de incentivos para entrar en una nueva era. Una era con nuevas tecnologías y con un nuevo paradigma de utilización de coches. Lo que espero es que los diferentes Gobiernos traten de tener una visión unívoca, cosa que no siempre se ve hoy. Hay que apoyar las nuevas tecnologías. Hoy es el híbrido, mañana el eléctrico y pasado el hidrógeno. La visión debe ser la misma y el vehículo no es un bien de lujo, es un bien necesario, y debe tener una fiscalidad acorde con ello.
«Hemos de reducir las emisiones de CO2 y eso es una realidad indiscutible. En Europa no podemos ayudar a detener la tala de árboles en el Amazonas, pero sí podemos contribuir con lo que está en nuestra mano»
PREGUNTA— Nuevas formas de movilidad. Fiat tiene una influencia muy importante en el mercado de VTC gracias al Tipo en ciudades como Madrid, lo que da una gran visibilidad a la marca. ¿Planean más acciones de este tipo? ¿Considerarían factible una iniciativa tipo Wible Free2Move con el Fiat 500 eléctrico, por ejemplo?
RESPUESTA— Dentro de poco presentaremos nuestro plan de producto y podremos cómo algunos modelos cumplirán con esa función, no tanto con el 500, por ejemplo, como con otros. El 500 tiene que ser un signo de movilidad, de alegría, de felicidad y de ese pequeño espíritu de Dolce Vita que tenemos en Fiat. Este coche es el que mejor nos representa, como también el Panda, y con el Grupo Stellantis se nos abren ahora múltiples oportunidades y será más fácil en el futuro. Lo estamos pensando, no estamos desesperados por hacerlo en el corto plazo, pero lo importante es que esta tecnología eléctrica sea democratizada para todo el mundo.
PREGUNTA— Quería preguntarle por cómo analiza estas nuevas formas de movilidad, este cambio que se está produciendo en las ciudades desde el punto de vista de la New Mobility. ¿Cómo observa el futuro?
RESPUESTA— Es importante que repensemos cómo queremos transformar las ciudades. Por ejemplo, ahora he comprobado cómo se quiere cambiar el centro de Madrid con un enorme bulevar en las cercanías de la Puerta del Sol. Lo primero que habría que abordar es el aparcamiento, con zonas de recarga para coches eléctricos. Falta marketing institucional, para que la gente vea este tipo de iniciativas, algo que en otros países y ciudades veo un poquito más. Hay que diseñar modelos de ciudad nuevos, que sean sostenibles, que permitan utilizar el automóvil junto con otros medios de transporte.